CLAROSCURO Parte2
CLAROSCURO 2
-"Perdón" - dijo David, mientras se abría paso -¿Donde esta el teléfono?...el teléfono ¿Donde esta?, entonces pudo ver que estaba en una esquina cerca del baño.
- Diga, aquí Dr David. una breve pausa vacilante y después...
- Hola David- dijo la voz de Juan Pablo, tranquila y divertida; Una buena fiesta ¿Eh?, siento tener que privarte de ella, pero tenemos un jaleo en la guardia, tendrás que venir.
-¡¡¡Maldicion", ¡¡¡Maldicion", esta bien, estaré allí lo antes posible- -.Bien, lo siento David.
Quiso disculparse con con Elisa, pero ella bailaba tan apretada, que le impedía respirar, solo agito su mano sin dejar de sonreír.
Partió raudamente hacia el hospital, atrás dejo el sórdido ambiente de sensaciones psicodelicas, donde los sentidos soportaban el agobio del estruendoso ruido,que laceraban los oídos,acostumbrado al hospital, donde las consultas, eran un susurro de confesión, la sensación estroboscopica causada por las luces,fatigaban los ojos, produciendo un efecto iridiscente, el olfato, no podía discriminar entre el aroma de los perfumes,el aliento alcohólico o el smog de una cortina de humo.
A medida que se alejaba velozmente en su VW, el ruido comenzaba a degradarse dando paso a un silencio callado y taciturno, la cambiantes luces multicolores en una monótona luz cobriza, que emitían los faros del automóvil. Las prolijas lineas blancas y amarillas pintadas sobre la carpeta asfáltica, generaban un efecto de narcosis, peligroso coctel, cuando se sumaba a la somnolencia y al alcohol.
Los gritos de los festejos y de repetidos brindis, pronto se transformarían en prolongados silencios en las atiborradas salas de espera. Aquí reinaba, el dolor, el miedo y la oración.
Por los pasillos se desplazaban, enfermeras apremiadas, familiares angustiados, y algún medico residente en vías de entender el apostolado del sufrimiento ajeno. Donde el tiempo representa una eternidad para el que sufre y espera y demasiado efímero para los que reciben elogios y aplausos.
David recorría los consultorios, evaluando los pacientes mas críticos. En el pasillo se cruzo con un joven, entrando en la adolescencia, acompañado de sus padres y en clara dirección a retirarse del hospital.
-¿Como te llamas? -le pregunto David.
- Mi nombre es pedro y tengo once años.
Pedro era un chiquillo alegre, pecoso y con una amplia sonrisa, se había roto una pierna al caerse de un árbol, la radiografia mostraba que el hueso estaba en su lugar, no habia desplazamiento, solo requeria de un yeso, que se efectuaria en dos dias, una vez corregido el edema de tobillo.
Antes de retirarse, un medico del equipo le efectuó un chequeo general y advirtió que el tímpano del oído derecho estaba muy colorado; el chico también tenia unas lineas de fiebre, por consiguiente le indico a la enfermera que le administrara una penicilina benzatinica 1.200.000 unidades.
Durante el trayecto a su casa, Pedro se quejo de estar mareado, sus padres le atribuyeron a la impresión que le había causado la inyección.
Entonces la madre advirtió, que le costaba respirar; en realidad estaba jadeando.
Su padre dio media vuelta al coche, para volver al hospital, a la mayor velocidad que le permitía el transito.
Pedro sufrió un colapso cuando estaba a diez minutos del hospital, retenido por una lenta caravana de autobuses. Cuando llegaron había fallecido: shock anafilactico, debido a hipersensibilidad a la penicilina
Antes de retirarse, un medico del equipo le efectuó un chequeo general y advirtió que el tímpano del oído derecho estaba muy colorado; el chico también tenia unas lineas de fiebre, por consiguiente le indico a la enfermera que le administrara una penicilina benzatinica 1.200.000 unidades.
Durante el trayecto a su casa, Pedro se quejo de estar mareado, sus padres le atribuyeron a la impresión que le había causado la inyección.
Entonces la madre advirtió, que le costaba respirar; en realidad estaba jadeando.
Su padre dio media vuelta al coche, para volver al hospital, a la mayor velocidad que le permitía el transito.
Pedro sufrió un colapso cuando estaba a diez minutos del hospital, retenido por una lenta caravana de autobuses. Cuando llegaron había fallecido: shock anafilactico, debido a hipersensibilidad a la penicilina