sábado, 28 de septiembre de 2019

ELIZABETH HOLMES Y EL GENIAL ENGAÑO



La joven promesa de Silicon Valley que engañó a todo el mundo con sus análisis de sangre



Elizabeth Holmes dejó la Universidad para montar su propia empresa, Theranos, con la que recaudó más 1.400 millones de euros de inversores a los que estafó




La joven promesa de Silicon Valley que engañó a todo el mundo con sus análisis de sangre
Elizabeth Holmes, fundadora de Theranos, en una imagen del documental de HBO (HBO)
De estar en la cima a caer en picado. Eso es lo que le pasó a Elizabeth Holmes, una joven entonces veinteañera que apuntaba ser la gran esperanza de Silicon Valley. No es la primera ni la última persona cuya vida profesional se vuelve una montaña rusa en cuestión de semanas. El problema aquí es que esta jovencita emprendedora vendió la piel del oso antes de matarlo. Y eso, claro está, tiene sus peligros.
Holmes estaba detrás de Theranos, una compañía que creció como la espuma porque supuestamente había creado un sistema revolucionario para realizar análisis de sangre. La idea era sencilla. Con una pequeña punción en el dedo, era posible realizar más de doscientas pruebas diagnósticas. Sólo era necesaria una gota de sangre, que se introducía en un cartucho, para saber a qué enfermedades se enfrentaba uno. A los pocos minutos se sabían los resultados, que podían ser desde diabetes hasta cáncer. La máquina ‘de las mil maravillas’ fue bautizada como The Edison.

La propuesta de Holmes era poco invasiva, rápida y más barata que los laboratorios tradicionales

No cabía duda de que se trataba de un método rápido, poco invasivo y mucho más barato que los laboratorios tradicionales. En resumen: un invento de lo más jugoso. Por ello, no es de extrañar que la popularidad de Holmes creciera por momentos. Joven, emprendedora y recientemente millonaria gracias a su invento. Por todo ello, además de por vestir los mismos jerseys negros de cuello alto, empezaron a compararla con Steve Jobs.
¿Cuál era el verdadero problema? Fácil. La máquina no funcionaba. Era una estafa. No se obtenían los resultados que se esperaban y, la mayoría de las veces, eran los propios laboratorios y no el aparato estrella de Theranos, quien analizaba la sangre de los clientes, que no eran conscientes de que les estaban engañando.
Por supuesto, eso nadie lo supo hasta años más tarde. Pero sigamos por orden cronológico. Holmes seguía vendiendo humo, pero nadie era capaz de percibir sus inseguridades. Todo lo contrario. Parecía creer en sus palabras. No obstante, los expertos no acababan de comprender el funcionamiento de la máquina. Una profesora de Medicina de Stanford, Phyllis Gardner, le fue clara, asegurándole que su idea, más que una utopia, era “imposible”. Pero Holmes era lo bastante astuta como para dar la vuelta a ese adjetivo para ponerlo en su favor, alegando de que era eso lo que a los emprendedores ambiciosos les gustaba escuchar para convencerse más de la genialidad de su idea.

Vendiendo la piel del oso antes de cazarlo


Sus palabras convencieron y su nombre empezaba a sonar cada vez con más fuerza. En 2003 llegó incluso a convencer al decano de la Facultad de Ingeniería, Channing Robertson, que le apoyó y le presentó a inversores para que le financiaran el proyecto. El que fue secretario del Tesoro con Richard Nixon y secretario de Estado con Ronald Reagan, George Schultz, fue uno de los interesados. Pero no el único, pues le seguían una larga lista de políticos y empresarios estadounidenses.
Así, se vieron involucrados personajes como Henry Kissinger, secretario de Estado con Nixon; Richard Kovacevich, ex consejero delegado de Wells Fargo o, incluso, James Mattis, secretario de Defensa con Donald Trump. Hombres de avanzada edad –algunos nonagenarios- que no contaban con ningún tipo de experiencia en el campo de la ingeniería o el de salud. Simplemente, como muchos otros, acabaron seducidos por la idea de que sus nombres fueran recordados por ayudar en un proyecto tan innovador que, supuestamente, contaba con la bendición de Silicon Valley.

El chivatazo


Nadie, más allá de la propia compañía y su creadora, parecía sospechar de Theranos. Hasta 2013, se cubrieron las espaldas, alegando que estaban trabajando en el sistema de la máquina The Edison. Pero la gente y, sobre todo, las farmacéuticas, se preguntaban cuándo iba a estar disponible. No se podía esperar más, por lo que la bola de nieve se hizo más grande de lo que ya era. Ese mismo año se presentó al público de la mano del gigante farmacéutico Walgreens. La inversión se duplicó, pues multimillonarios como Rupert Murdoch Larry Edison ofrecieron parte de sus fortunas para la causa.

Pero, tarde o temprano, todo castillo de naipes acaba cayendo. Y, como dice el dicho, se coge antes a un mentiroso que un cojo. El ex empleado Tyler Schultz, nieto de George Schultz, se cansó de tantas mentiras acumuladas y contó todo lo que sabía al periodista John Carreyrou. El fraude llegaba a su fin en forma de una serie de artículos destructivos en The Wall Street Journal. Holmes y Ramesh Balwany, (inversor, director de operaciones y entonces también amante ocasional de la fundadora) se enfrentan a once cargos por fraude.

Libro, documental y película


Estados Unidos parece estar adicto a Elizabeth Holmes y su figura de ángel caído. Primero con su auge y ahora con su caída a los infiernos. Recientemente, la investigación al completo ha llegado a los lectores en forma de libro, Mala Sangre (Capitán Swing, 2019) de la mano del mismo periodista que tiró del hilo, Carreyrou. No cabe decir que rápidamente se ha convertido en best seller, posicionándose en los primeros puestos de la lista de The New York Times.
HBO también ha mostrado su versión de los hechos en forma de documental, The Inventor (la inventora), que llegó poco después de que la cadena ABC News sacara otro documental y un podcast, ambos titulados The Dropout.

Y, como ocurre con casi toda jugosa historia, Hollywood también está de por medio. En 2020, Bad Blood llegará a los cines, con Adam McKay como director y con una Jennifer Lawrence en el papel de Holmes.

ARMONIZAR LAS EMOCIONES

jueves, 18 de abril de 2013






LAS EMOCIONES SON REACCIONES PSICOFISIOLOGICAS QUE REPRESENTAN MODOS DE ADAPTACIÓN A CIERTOS ESTÍMULOS DEL HOMBRE CUANDO VE ALGO O UNA PERSONA IMPORTANTE PARA ELLOS, PSICOLOGICAMENTE, LAS EMOCIONES ALTERAN LA ATENCIÓN  HACEN SUBIR EL RANGO DE CIERTAS CONDUCTAS GUÍAS DE REPUESTAS DEL INDIVIDUO Y ACTIVAN REDES ASOCIATIVAS RELEVANTES EN LA MEMORIA.
FISIOLOGICAMENTE, LAS EMOCIONES ORGANIZAN RÁPIDAMENTE LAS REPUESTAS DE DISTINTOS SISTEMAS BIOLÓGICOS  INCLUIDAS LAS EXPRESIONES FACIALES, LOS MÚSCULOS  LA VOZ, LA ACTIVIDAD DEL SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO Y LA DEL SISTEMA ENDOCRINO, A FIN DE ESTABLECER UN MEDIO INTERNO OPTIMO PARA EL COMPORTAMIENTO MAS EFECTIVO.
CONDUCTUALMENTE, LAS EMOCIONES SIRVEN PARA ESTABLECER NUESTRA POSICIÓN CON RESPECTO A NUESTRO ENTORNO, Y NOS IMPULSAN HACIA CIERTAS PERSONAS, OBJETOS, ACCIONES,IDEAS Y NOS ALEJAN DE OTROS. LAS EMOCIONES ACTÚAN TAMBIÉN COMO DEPOSITO DE INFLUENCIAS INNATAS Y APRENDIDAS, Y POSEEN CIERTAS CARACTERÍSTICAS INVARIABLES Y OTRAS QUE MUESTRAN CIERTA VARIACIÓN ENTE INDIVIDUOS, GRUPOS Y CULTURAS.
EXISTE UNA FALSA CREENCIA DE QUE LAS EMOCIONES SON SOLO MODOS DE REACCIÓN ANTE SUCESOS EXTERNOS, PERO NO SE TIENE EN CUENTA QUE FORMAN PARTE DE NUESTRO MUNDO INTERNO.
LA EMOCIÓN ES UNA ALTERACIÓN  DEL ANIMO, INTENSA Y PASAJERA, AGRADABLE O PENOSA, QUE VA ACOMPAÑADA DE CIERTA CONMOCIÓN SOMÁTICA. LAS EMOCIONES VAN Y VIENEN, POSEEN UNA NATURALEZA CAMBIANTE. SON COMO LAS TORMENTAS SE FORMAN, SE DESENCADENAN Y SE EXTINGUEN UNA VEZ QUE SE HAN DESCARGADO.
LAS EMOCIONES NOS CONMUEVEN Y NOS APORTAN DATOS DE COMO ESTAMOS VIVIENDO UNA SITUACIÓN CONCRETA.
ENTRE LAS PRINCIPALES EMOCIONES SE ENCUENTRAN:


  • EL MIEDO; ALERTA ANTE UNA AMENAZA REAL O IMAGINARIA.
  • RABIA O AGRESIÓN  REPUESTA QUE SIGUE A LA FRUSTRACIÓN.
  • TRISTEZA, REACCIÓN DOLOROSA ANTE UNA PERDIDA O FRACASO.
  • ALEGRÍA O EUFORIA;  SENSACION DE SATISFACCION, DE LOGRO, DE VICTORIA SOBRE ALGO.
  • CULPA;  SENTIMIENTO DE MALESTAR PRODUCIDA POR LA SENSACIÓN DE HABER TRANSGREDIDO NORMAS.
  • ENVIDIA; MALESTAR POR LO QUE TIENE OTRA PERSONA Y UNO CARECE.
ES IMPORTANTE TENER EN CUENTA QUE NORMALMENTE DETRÁS DE UNA EMOCIÓN SE ESCONDE UN PENSAMIENTO, UNA CREENCIA O UN MODO DE INTERPRETAR LA REALIDAD.






























NO TENEMOS PLANETA "B" ALTERNATIVO

Ocho de los últimos diez años fueron los más cálidos de la historia.
Ocho de los últimos diez años fueron los más cálidos de la historia. 

Imagen: AFP

Naciones Unidas (ONU) dio un alerta claro y contundente: el planeta se dirige hacia el colapso climático, sanitario y social. Pero también resaltó la solución (que aún es posible): reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (que provocan el cambio climático), disminuir los niveles de consumo, proteger el agua y la biodiversidad (entre otras). Son algunas de las conclusiones que publicó en su informe “Perspectivas del Medio Ambiente Mundial”. En diversos apartados, la ONU alerta que, de no producirse cambios drásticos y urgentes, habrá consecuencias devastadoras. “Estamos causando el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. No habrá mañana para muchas personas, a menos que nos detengamos”, afirmó Joyce Msuya, directora ejecutiva de ONU Medio Ambiente.



 denacional en la temática. Se reunió en marzo pasado en Kenia y allí se presentó la investigación “Perspectivas del Medio Ambiente Mundial 6”, una foto del clima: nueve millones de personas mueren cada año por la contaminación del aire y el agua; desde 1970 desapareció el 40 por ciento de los humedales y se redujo un 60 por ciento la población mundial de vertebrados.
Desde 1880 la temperatura mundial aumentó entre 0,8 y 1,2 grados centígrados. Y, en la última década, se produjeron ocho de los diez años más cálidos de la historia. Advierte que la temperatura del Ártico aumentará entre 3 y 5 grados centígrados para 2050, situación que “devastará” la región y elevará el nivel de los océanos en todo el mundo. Las tierras en peligro de degradación abarcan el 29 por ciento de las tierras del mundo, donde habitan 3.200 millones de personas.
Uno de los lemas del informe, de 745 páginas, es “planeta sano, personas sanas”. Precisa que 2300 millones de personas (uno de cada tres habitantes del mundo) no tienen acceso a servicios de saneamiento adecuados. Cada año mueren 1,4 millones de personas por enfermedades prevenibles (como diarrea) asociadas al agua potable contaminada. 
En las conclusiones la ONU es concreta: “Las actividades antropógenas (humanas) han degradado los ecosistemas de la Tierra y socavado los cimientos ecológicos de la sociedad”. Aclara que es necesario “adoptar medidas urgentes a una escala sin precedentes para detener y revertir esa situación y proteger así la salud humana y ambiental”. Algunas de las medidas esenciales son reducir la degradación de la tierra, la pérdida de biodiversidad y la contaminación del aire, la tierra y las aguas; mejorar la gestión del agua, mitigar el cambio climático y reducir la quema de combustibles fósiles.
El cambio climático es producto del aumento de la temperatura por la acción humana e implica cambios drásticos en el ambiente (inundaciones, sequías, derretimiento de glaciares). La causa principal es la emisión de gases de efecto invernadero, principalmente el dióxido de carbono (CO2). La quema de combustibles fósiles (gas, petróleo, carbón) está entre los principales causantes. El informe de la ONU hace eje en el cambio climático, pero no apunta a los responsables. Es que las grandes potencias económicas son las principales culpables: el 76 por ciento de las emisiones provienen de los países del G20, encabezados por China, Estados Unidos, la Unión Europea, India, Rusia, Japón y Alemania.
El informe recuerda que el cambio climático tiene efectos directos y profundos en la economía y la sociedad, “pone en peligro los medios de subsistencia, agudiza la pobreza, la migración y afecta particularmente a las poblaciones en situación de vulnerabilidad”.
Una crítica por izquierda que suele hacerse a los ámbitos diplomáticos de ONU es que no hace hincapié en las causas económicas del desastre ambiental. En el informe da un paso: “Los patrones actuales de consumo, producción y desigualdad no son sostenibles”. En diversos apartados menciona los niveles de consumo, sobre todo de países desarrollados. Naomi Klein, autora de Esto lo cambia todo, lo resume de otro modo: “El problema no es el cambio climático, sino el capitalismo”.
Un argumento usual de las empresas del agronegocio (de transgénicos y agrotóxicos) es que son necesario más alimentos para la creciente población. La Vía Campesina (movimiento internacional de pequeños productores e indígenas) lo refuta hace décadas: el problema no es la falta de alimentos, sino su injusta distribución. Naciones Unidas aporta un elemento en ese sentido: el 33 por ciento de los alimentos del mundo se pierden o se desperdician. Y el 56 por ciento de esas pérdidas suceden en los países desarrollados. 
Esa misma semana la ONU presentó el informe “Panorama de los recursos globales”. Sin mencionarlo, apunta al rol del extractivismo. “El rápido aumento de la extracción de materiales es el principal culpable del cambio climático y la pérdida de biodiversidad, un problema que solo empeorará a menos que el mundo emprenda urgentemente una reforma sistémica del uso de recursos”. Precisa que la extracción de recursos naturales se triplicó desde 1970 hasta la actualidad y el uso de combustibles fósiles aumentó 45 por ciento. Advierte que, de mantener el mismo camino, para 2060 las emisiones de gases de efecto invernadero podrían aumentar 43 por ciento. “Francamente, no habrá mañana para muchas personas a menos que nos detengamos”, alertó Joyce Msuya, directora ejecutiva de ONU Medio Ambiente.