lunes, 1 de abril de 2019

DETRÁS DEL VIDRIO EMPAÑADO ESTA LA VIDA





Ya no llueve, las gotas que resbalan sobre el vidrio empañado se detienen para contarme que afuera es primavera, el pasto se huele mojado y los colores con las gotas fabrican piedras preciosas de un intenso brillo, con la mano despejo el vidrio empañado, miro la belleza de la naturaleza, es hora de remontar el tiempo y el silencio que ahoga la libertad que busco en realidad, quiero saber que hay detrás del vuelo de halcón, ese que supe leer de pequeño que decía:

" Un rey recibió como obsequio dos pequeños halcones y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenara.


Pasado unos meses el maestro le informó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente, pero que al otro no sabía que le sucedía, no se había movido de la rama donde lo dejo desde el día que llego.




El rey mandó a llamar a curanderos y sanadores para que vieran al halcón, pero nadie pudo hacerlo volar.


Al día siguiente el monarca decidió comunicar a su pueblo que ofrecería una recompensa a la persona que hiciera volar al halcón. A la mañana siguiente, vió al halcón volando ágilmente por los jardines. El rey le dijo a su corte, " Traedme al autor de este milagro"

Su corte le llevó a un humilde campesino. El rey le preguntó: ¡¿ Tu hiciste volar al halcón? ¿ Como lo hiciste? ¿Eres acaso un mago?"
Intimidado el campesino le dijo al rey, "fué fácil mi señor, solo corté la rama y el halcón voló, se dió cuenta que tenía alas y se largó a volar"

El halcón también tenía los vidrios empañados y no sabia que podía volar, así nos pasa cuando nos aferramos a nuestros temores, de los que no nos podemos soltar, y así vivimos anclados sin descubrir nuevos mares por temor a volar.


Vivimos en el territorio de nuestros temores, nuestros valores y nuestras limitaciones. En esta zona reina nuestro pasado y nuestra historia, y por lo general creemos que es nuestro único lugar y modo de vivir.


Tenemos sueños, queremos resultados pero no estamos dispuestos a correr riesgos, nos conformamos con lo que tenemos, creemos que es lo único y posible y aprendemos a vivir desde la resignación.


El liderazgo es la habilidad que podemos adquirir cuando estamos dispuestos a correr riesgos, cuando aprendemos a caminar en la cuerda floja, cuando estamos dispuestos a levantar la vara que mide nuestro potencial.

El hombre no busca ser líder, se convierte en uno de ellos por la calidad de sus acciones y la integridad de sus intentos.


(*) Para un G-15....Eduardo...un amigo con alas de halcón.

























































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