LA ESCULTURA GRIEGA CLÁSICA, UN ANÁLISIS DEL DISCO-BOLO DE MIRON
La escultura Griega clásica ha sido considerada durante mucho tiempo la cima del desarrollo del arte escultórico en la Antigua Grecia. Se suele tomar como un punto de partida aproximado para describir esta escultura clásica el año 450 a.C, que fue cuando apareció un tratado sobre las proporciones del cuerpo humano escrito por POLICLETO; su final esta marcado por la conquista macedónica sobre Grecia en el 338 a.C, momento en que el arte griego comienza una gran difusión hacia el oriente, de donde recibió influencias, cambio su carácter y se convirtió en cosmopolita, en la etapa conocida como el periodo helenístico. Es en ese momento cuando se consolida la tradición del clasicismo griego, tomando al hombre como la nueva medida del universo, y cuyo reflejo en la escultura es la primacía absoluta de la representación del cuerpo humano desnudo. La escultura clásica desarrollo una estética que combinaba los valores idealistas con una representación fidedigna de la naturaleza, pero evito la caracterización y la interpretación excesivamente realista de las sensaciones emocionales y permaneció por lo general en un ambiente formal de equilibrio y armonía. Incluso cuando los personajes se encontraban representados en escenas de batallas, su expresión no reflejaba la violencia de los hechos.
El clasicismo elevo al hombre a un nivel de dignidad sin precedentes, al mismo tiempo en que se le dio la responsabilidad de crear su propio destino y ofrecer un modelo de convivencia armonioso, un espíritu de una educación integral para una ciudadanía ejemplar., Estos valores, junto con su tradicional asociación de la belleza con la virtud, encontraron en la escultura del periodo clásico, con su retrato idealizado del ser humano, un vehículo especialmente adecuado para expresarlo, y un eficaz instrumento de educación cívica, ética y estética. Se inauguro una nueva forma de representar el cuerpo humano que fue una de las claves para el nacimiento de una nueva filosofía, la estética, ademas de haber sido el fundamento de movimientos de enorme importancia, como el RENACIMIENTO y el NEOCLASICISMO; incluso sigue siendo valido hasta el día de hoy. Por lo tanto, su impacto en la cultura occidental es muy importante, y es tomada como la referencia central para el estudio de la Historia del arte occidental. Pero mas allá de su valor histórico, su calidad artística intrínseca raramente ha sido puesta en duda, la gran mayoría de los críticos antiguos y modernos la enaltece y los museos que la conservan son visitados por millones de personas cada año.
EL DISCÓBOLO DE MIRÓN
Pertenece a la época clásica. Fue esculpida por Mirón en el año 450 a.C. Representa a un lanzador de disco perteneciente a las Olimpiadas Griegas. Mirón, entusiasmado por la tensión de los músculos y el movimiento del cuerpo humano, realizo esta complicada escultura sin modelo, solo recordando las imágenes de las Olimpiadas. El Discóbolo representa un contraste brutal en cuanto a expresividad; todos los músculos se encuentran en tensión y en movimiento mientras la cara se encuentra totalmente relajada, desplazada del cuerpo.
El brazo que mantiene el disco hace contrapeso con la pierna en la cual se apoya su otro brazo.
El Discóbolo nos representa las Olimpiadas de Grecia. Estas eran una de las actividades principales dentro de la cultura Griega. Todos los hombres de la época asistían a los gimnasios y a las termas a relajarse y hacer deportes.
El Discóbolo ha sido considerada como una de las grandes obras de arte de la historia. Junto a Fidias y Policleto, Miron se ha destacado como uno de los mejores escultores del siglo V a.C.
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