miércoles, 23 de octubre de 2019

ESPARTACO y la REBELION de los esclavos







Espartaco (griegoΣπάρτακος SpártakoslatínSpartacus; Tracia113 a. C.-¿Lucania71 a. C.?) fue un esclavo de origen tracio, de la tribu maidoi,1​ con probable localización en la región de influencia de Macedonia, que según fuentes griegas y romanas, dirigió la rebelión más importante contra la República romana en suelo itálico, ocurrida entre los años 73 a. C. y 71 a. C., conocida como tercera guerra servil, guerra de los Esclavos o guerra de los Gladiadores. La guerra de los Gladiadores se extendió a toda la península durante casi tres años, y los acontecimientos siguieron teniendo efectos directos e indirectos en la política romana de los años posteriores. Los gladiadores eran esclavos de las regiones sometidas por Roma, y comprados por mercaderes, peleaban en combates hasta la muerte para el entretenimiento del público romano, en sitios como el Coliseo. Espartaco, junto con otros esclavos gladiadores, idearon un plan de escape que desencadenó en un estallido en toda la península. Se les unían esclavos escapados de todas partes, conformándose de esta manera un ejército que fue creciendo hasta llegar a ser de, aproximadamente, ciento veinte mil personas. Guiados por Espartaco lograron una fuerza armada mixta formada por hombres, mujeres y niños que, sorpresivamente, constituyó una combinación que demostró repetidas veces su capacidad para resistir y superar al equipado y entrenado ejército romano, las cualificadas legiones. Tras numerosas victorias, y a punto de obtener la libertad cruzando los Alpes, regresaron para sitiar Roma. La guerra culminó finalmente en 71 a. C.


Escuela de gladiadores[editar]

Los combates entre gladiadores es por muy lejos la idea que comúnmente se tiene. Sobre estos combates, escribió Séneca, político y senador de Nerón y Claudio: «Por casualidad, a mediodía asistí a una exhibición, esperando un poco de diversión, unos chistes, relajarme. Pero salió todo lo contrario. Estos peleadores de mediodía salen sin ningún tipo de armadura, se exponen sin defensa a los golpes, y ninguno golpea en vano. Por la mañana echan los hombres a los leones; al mediodía los gladiadores a los espectadores. La multitud exige que el victorioso que ha matado a sus contrincantes encare al hombre que, a su vez, lo matará, y al último victorioso lo reservan para otra masacre. Al hombre, sagrado para el hombre, lo matan por diversión y risas.»
En estas escuelas, los prisioneros de guerra y los delincuentes convictos —que eran considerados como esclavos— eran entrenados en las habilidades necesarias para luchar hasta la muerte en los juegos de gladiadores.7

Rebelión y fuga[editar]

En el año 73 a. C., durante su permanencia en la escuela de gladiadores, Espartaco ideó y llevó a cabo una rebelión a fin de escapar junto a 200 compañeros. El plan fue tramado por Espartaco, junto a los celtas Casto y Gánico y los galos Crixo y Enomao6​ se armaron con utensilios de cocina,1​ y eludieron las legiones que los interceptaban. De los 200 que iniciaron la rebelión, solo 74 lograron escapar, y algunas fuentes citan que una mujer los acompañó, se presume que era acompañante de Espartaco.1​ Los caudillos de la rebelión tenían seguidores esclavos por distintos motivos, por etnia, por ser los estrategas de la fuga, por sus aptitudes guerreras, y posiblemente por su carácter de nobles (antes de ser capturados por Roma).4
En el camino asaltaron un convoy que transportaba armas de gladiadores4​ y se apoderaron de él, y se refugiaron en el monte Vesubio, desde donde empezaron a llevar a cabo acciones de sabotaje contra las localidades vecinas. Espartaco estableció un reparto equitativo del botín entre todos sus hombres, lo que le atrajo gran número de seguidores entre los esclavos de las fincas aledañas al volcán, con lo que comenzó el engrosamiento de sus fuerzas.8

La guerra. Ejército de Espartaco. Derrotas de Roma[editar]


Al tener conocimiento del motín, los romanos, sin dar gran importancia a este incidente, enviaron desde Capua una pequeña brigada de soldados, que fue derrotada. Rápidamente los esclavos sustituyeron sus armas de gladiadores con verdaderas armaduras romanas, lo que generaría confusión a las legiones al enfrentarse a un ejército de igual uniforme al suyo.






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