viernes, 8 de mayo de 2020

BIOTERRORISMO




Desde la antigüedad el hombre ha tenido miedo a enfermarse, no sólo por desconocer la naturaleza infecciosa de las enfermedades, sino porque ignoraba cómo se producían y cuáles eran los mecanismos de infección. Aún cuando se conseguían éxitos en el control de muchas enfermedades transmisibles, los conocimientos adquiridos también servían para la utilización ilegítima de los agentes biológicos, al inicio con fines bélicos o criminales y en la actualidad con fines terroristas. La utilización de agentes biológicos en la guerra se remonta a unos 3 500 años, cuando los hititas utilizaban la tularemia como arma biológica, al introducir ovejas infectadas en los campamentos enemigos. En el siglo XXI, los ataques con carbunco (anthrax) en Estados Unidos (EEUU) en 2001, conmocionaron al mundo, que ocasionó que varias personas fallecieran, incluidos empleados postales, lo que demostró la facilidad con la que un agente biológico es producido, aislado e inoculado, además de ser muy letal. Un tiempo después, de los atentados contra las Torres Gemelas, EEUU valoró como probable la amenaza de la reintroducción intencionada de la viruela, por lo que anunció el 13 de diciembre de 2002 una campaña de vacunación, en la población expuesta y de manera voluntaria para la población general, que incluyó millones de norteamericanos y no estuvo exenta de riesgos. (1) Las armas biológicas hacen uso de organismos o toxinas vivientes para Rev. Arch Med Camagüey Vol22(5)2018 ISSN 1025-0255 807 http://revistaamc.sld.cu/ enfermar o matar a personas, animales y plantas, por tanto, se trata de un material o vector que proyecta, disemina o dispersa un agente biológico. El uso intencionado de agentes biológicos añadió un peligro aún mayor a la lucha contra las enfermedades, ya que si es complicado combatir las que se producen de forma natural, más difícil es luchar contra los agentes biológicos que se diseminan de esta forma, lo que trae consigo una variación en el comportamiento del agente en el organismo, pues penetra por distinta vía a la que por lo normal lo hace, lo que ocasiona a su vez que sea mucho más agresivo en sus efectos, se dificulte el diagnóstico, disminuya la eficacia del tratamiento o este sea inefectivo. Esto ocasiona que el personal sanitario se mantenga vigilante frente a las formas clínicas atípicas de una enfermedad para descartar su origen intencionado. (2) Por tanto, un bioagente es un organismo, como una bacteria, virus, parásitos, hongos, etc., una toxina u otro material biológico con capacidad de afectar la salud de los humanos de diversas formas, por ejemplo, la toxina botulínica es la más venenosa sustancia conocida, a tal punto que un solo gramo de toxina cristalina, disperso e inhalado, mataría a más de 1 millón personas, aún y cuando los factores técnicos dificulten tal diseminación. De lo anterior se infiere que los agentes biológicos pueden ser utilizados como un tipo de arma para generar daños a la población mundial en la llamada guerra biológica, y a la vez constituir un elemento principal en el bioterrorismo. (3-5) Otro aspecto relevante a destacar desde el punto de vista de la posible vía de diseminación, intencionada o no, es el hecho del empleo de bacterias con genes resistentes a los antibióticos por el gran impacto en la salud pública que ocasiona su manejo terapéutico, como en el caso del Staphylococcus aureus, meticilina resistente que ha despertado el interés de algunos países en utilizarlo para su diseminación, modificados en un contexto de guerra Rev. Arch Med Camagüey Vol22(5)2018 ISSN 1025-0255 808 http://revistaamc.sld.cu/ biológica. 


Existen más de 1 200 tipos de agentes biológicos, también conocidas como armas bacteriológicas, que no solo provocan enfermedades y la muerte, sino que constituyen una amenaza para la contaminación del medio ambiente por lo que se considera como el arma más destructiva conocida para la humanidad. En la preparación de un ataque con agentes biológicos se necesita dar solución a tres dificultades técnicas. En primer lugar, hay que obtener las cepas letales, después hay que producirlo en cantidades suficientes, purificarlo y garantizar que se mantenga en condiciones de infectividad y por último se precisa diseñar un sistema de diseminación que garantice la contaminación de áreas extensas en óptimas condiciones de patogenicidad. (6,8) El arma biológica por lo general presenta dos partes: el agente patógeno y el mecanismo de diseminación, donde el agente patógeno es el microorganismo que amenaza la salud, y el mecanismo de diseminación es el método en que dicho microorganismo llega a la víctima, que pueden ser desde cartas envenenadas hasta misiles. Aun cuando existen estos inconvenientes los científicos debaten el grado de dificultad que encontraría un representante estatal o no estatal, para infectar con rapidez a un gran número de personas como aconteció con el mayor ataque bioterrorista referido en la historia de los Estados Unidos, en The Dalles, Oregon, en 1984, cuando un grupo de seguidores extremistas de Bhagwan Shree Rajneesh (también conocido como Osho) contaminó la ensalada en 10 diferentes barras con el patógeno de la salmonelosis, Salmonella thyphimurium, con el objetivo de deshabilitar la población. Un total de 751 personas contrajeron la enfermedad y varios fueron hospitalizados, a pesar de no haber víctimas mortales. (8,9) De todo lo que se ha expuesto se infiere que los agentes biológicos dañan la salud al producir desde reacciones alérgicas leves hasta situaciones médicas graves que pueden conducir a la muerte y que los propios microorganismos Rev. Arch Med Camagüey Vol22(5)2018 ISSN 1025-0255 809 http://revistaamc.sld.cu/ están presentes en el medio ambiente, el agua, vegetación, tierra, animales y pueden hacerse más peligrosos al aumentar su capacidad para causar o diseminar enfermedades y resistir además el tratamiento médico. (10,11) Por su rápida reproducción y los escasos recursos que necesitan para su supervivencia, constituyen un riesgo potencial para muchas ocupaciones y actividades. (3) Una vez realizado un enfoque inicial sobre el peligro que constituye el empleo indiscriminado de las armas biológicas en perjuicio de la humanidad, por constituir un arma de destrucción en masa y de contaminación del medio ambiente, sería prudente preguntarse el grado de conocimiento del problema y el daño que representaría su uso indiscriminado sobre los países menos desarrollados y las consecuencias que ocasionaría a escala mundial, al no tener en cuenta las normas internacionales vigentes que prohíben su uso. El artículo tuvo como objetivo primordial describir la problemática del empleo de las armas biológicas, sus diferentes aristas y en particular en su forma actual con fines terroristas y los aspectos que prohíben su uso según la normativa internacional vigente.

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