10 Mujeres Guerreras Más Temidas De la Historia
9 Mujeres guerreras que dejaron huella en la historia
Eran madres, hermanas, hijas y esposas, pero sobre todo, eran guerreras. Por todo el mundo blandieron sus espadas, libraron cruentas batallas y se enfrentaron a todo aquel que quería imponer su tiranía, incluso cuando se trataba de la realeza. Aunque siempre fueron superadas por sus iguales masculinos, estas luchadoras natas nunca tiraron la toalla y siempre se esforzaron para conseguir su objetivo.
Descubre alguna de las combatientes más importantes que ha conocido el mundo en toda su historia:
1- Artemisia I de Caria
Artemisia fue una reina griega que luchó a favor del Imperio Persa durante las guerras Médicas, convirtiéndose en uno de los principales generales militares del ejército del Gran Rey Jerjes, donde se ganó la reputación de ser extremadamente inteligente y poseer un gran dominio de la estrategia. Su figura saltó a la fama tras la batalla de Salamina, donde la flota que comandó fue considerada la perdición de los griegos.
2- Juana de Arco
No sólo fue una legendaria guerrera sino también una santa católica. Juana era aún una niña cuando las visiones del Arcángel Miguel la llevaron a acercarse al ejército del rey Carlos VII de Francia y ofrecerse para ayudarlo a expulsar los invasores ingleses tras la Guerra de los Cien Años. Tras terminar con el asedio de Orleans en nueve días, Juana se convirtió en todo un terror para el ejercito enemigo.
A los 17 años, jugó un papel clave en el mando del ejército de Francia, siendo la estrategia una de sus principales habilidades. A pesar de que Francia le debía mucho a Juana, fueron unos borgoñones (franceses leales a Inglaterra) los que acabaron con su vida. Capturada en 1430, fue juzgada por herejía y travestismo por lo que fue sentenciada a morir quemada viva en la hoguera.
Incluso después de su muerte, se dice que sus estrategias han influido en el modelo de batalla francés.
3- Trieu Thi Trinh
Aunque se le describe como «la Juana de arco vietnamita», Trieu Thi Trinh fue anterior a la heroína francesa más de 1.200 años. A los 20 años de edad, Trieu, mejor conocida como Lady Trieu, reunió a más de 1.000 hombres para rebelarse contra las fuerzas chinas que trataron de conquistar su patria durante el siglo III.
Sobre un elefante de guerra y portando sus características dos espadas y su armadura dorada, Trieu consiguió ganarle la partida a los chinos hasta en 30 ocasiones, aunque no consiguió ganar la guerra. Se piensa que se suicidó a los 23 años. A pesar de este oscuro final, su legado sigue vivo. La leyenda de esta joven sigue inspirando a todo el mundo.
4- Nakano Takeko
Como una de las pocas onna-bugeisha conocidas en la historia de Japón, Takeko recibió educación de artes marciales y literatura antes de hacerse un nombre en la Guerra Boshin, una guerra civil japonesa que duró poco más de un año.
Durante la Batalla de Aizu, combatió con su naginata y dirigió un cuerpo de combatientes femeninas que lucharon de forma independiente, oficialmente no formaban parte de las fuerzas militares del dominio. Posteriormente esta unidad fue denominada ejército femenino.
En mitad de la batalla, Takeko recibió un disparo en el pecho mientras conducía una carga contra el ejército imperial japonés del dominio Ogaki. Temiendo que sus enemigos profanaran su cuerpo y convirtieran su cabeza en un trofeo de guerra espantoso, le pidió a su hermana que se la cortara y la enterrara. Este fue su último deseo, y su cabeza fue posteriormente enterrada bajo un árbol de pino en el templo Hōkai-ji. Hoy en día, existe un centro cerca del lugar donde un ejército de mujeres la honran cada año durante el Festival de Otoño de Aizu.
5- Tomoe Gozen
La más famosa entre las onna-bugeisha, 700 años anterior a Takeko apareció Tomoe para hacer historia. Gozen era el título de respeto que le otorgó su amo, el shogun Minamoto no Yoshinaka. Luchó junto a los samurais masculinos en la guerra de Genpei, la cual duró desde 1180 hasta 1185. Aunque en aquel tiempo que una mujer luchara entre hombres era algo increíblemente inusual, las expertas habilidades de Tomoe y la alta estima que tenía hacia ella el shogun Yoshinaka hicieron que cualquier prejuicio fuese completamente eliminado.
Tomoe ha sido descrita como «una magnífica arquera y una espadachín capaz de vencer a mil hombres y dispuesta a enfrentarse a un demonio o un dios. También se decía que era hermosa, intrépida y respetada».
Su última Batalla fue la de Awazu, donde Minamoto Yoshinaka fue asesinado. Tras escapar de sus enemigos, Tomoe entregó su espada y se abandonó la lucha. Algunos dicen que poco tiempo después se casó, aunque años más tarde su marido moriría y ella se convertiría en una religiosa.
6- Reina Boudica
Tras la muerte de su esposo Prasutagus y la invasión de Roma, ella y sus hijas tuvieron que soportar torturas y violaciones, por lo que la reina Boudica se convirtió en guerrera para vengar el agravio cometido por los romanos.
Alrededor del 60 d.C., Boudica reunió a un ejército de tribus británicas con el fin de expulsar a Roma de sus tierras. Con más de 100.000 hombres a su mando, Boudica derribó el Capitolio romano de Gran Bretaña. Desde allí lideró sus tropas a través de Londinium (Londres) y Verulamium (St. Albans), destruyendo ciudades y matando unos 70.000 romanos.
Sus victorias obligaron al Emperador Nerón a considerar la posibilidad de retirarse de Gran Bretaña, sin embargo, una cruenta victoria romana sobre el ejército de Boudica hizo que se giraran las tornas. No existe registro alguno que confirme su sepultura, por lo que se cree que murió por alguna enfermedad o se suicidó para evitar ser capturada por el ejército romano.
El recuerdo de Boudica todavía perdura en Londres gracias al resurgimiento de su leyenda durante la época victoriana. En 1902, una estatua de bronce conocida como «Boadicea and Her Daughters» fue erigida en el lado occidental del puente de Westminster y muestra a esta reina guerrera junto a sus hijas montada en un carro de batalla tirado por dos caballos.
7- Grace O’Malley
Grace O’Malley siempre quiso navegar con su padre a pesar de que a este nunca le entusiasmó mucho la idea y la intentaba convencer con la excusa de que tenía el cabello demasiado largo por lo que se le acabaría enredando con las cuerdas. Sin embargo, Grace se cortó el pelo, ganándose el sobrenombre de Gráinne Mhaol, que se traduce como calvo o de pelo corto. De esta forma se ganó el pasaje. Esta mujer fue reina Umaill, líder del clan Ó Máille después de su padre y mujer pirata en la Irlanda del siglo XVI.
Grace y sus tripulaciones abordaban cualquier buque que se atreviese a acercarse a sus costas o barcos para cobrarles lo que ella llamaba un «impuesto de paso». El impago del impuesto acarreaba violencia o muerte. Se llegó a decir que era tan temible que incluso el día después de dar a luz a un niño en su barco, tomó las armas para defender la nave regañando a sus hombres.
Sin embargo, el mayor enfrentamiento de Grace fue contra la reina Isabel I, con quien mantuvo correspondencia y hasta se reunió en persona para realizar un acuerdo en el que la reina Isabel I liberaría a su hermano y su hijo a cambio de la subordinación de Grace a la corona. El acuerdo no se mantendría demasiado tiempo, pues Grace volvería a las andadas hasta que en 1603 decidiría retirarse para vivir en el castillo de Rockfleet.
8- Lozen
Se cree que esta guerrera Apache tenía 30 años cuando ella y la tribu de su hermano Victorio fueron forzados a entrar en la Reserva de San Carlos de Arizona en 1870. El lugar fue descrito como «Hell’s Forty Acres» debido a sus condiciones deplorables. Alrededor de 1877, Victorio llevó a una banda de la reserva entre los que se encontraba Lozen, y juntos asaltaron las tierras y sembraron el horror en los corazones de los colonos de Nuevo México que se habían apoderado de la tierra Apache.
Lozen ayudaba a las mujeres y los niños durante estas incursiones tal y como relata James Kaywaykla, quien era un niño en aquel momento. «He visto a una mujer magnífica en un hermoso caballo: Lozen, hermana de Victorio, Lozen, la mujer guerrera.»
Su hermano pudo afirmar, «Lozen es mi mano derecha, fuerte como un hombre, más valiente que la mayoría, y magnífica en la estrategia. Lozen es un escudo para su pueblo.» Desafortunadamente, ella no pudo ser su escudo cuando más la necesitaba. Victorio murió en una batalla mientras Lozen llevaba a una parturienta y su bebé de vuelta a la reserva. Al enterarse de la muerte de su hermano, se dispuso a ayudar a los supervivientes. Desde ese momento, Lozen formaría parte del movimiento en busca de venganza que arrasaría las tierras que encontrasen por Nuevo México en 1881.
Mas tarde continuaría su luchando al lado de Gerónimo, con quien ganaría la leyenda de saber la localización y el número de combatientes enemigos tan solo exentiendo sus brazos. Tras la rendición de Gerónimo, Lozen fue capturada para morir de tuberculosis siendo prisionera de guerra. Su cuerpo fue devuelto a su tribu para poder ser enterrada en un lugar de honor de acuerdo con la tradición Apache.
9- Zenobia
Después del asesinato de su esposo e hijastro en 267, Zenobia se convirtió en la gobernante del Imperio de Palmira, lo que ahora se conoce como Siria. A los dos años de su ascensión, luchaba contra los romanos y ampliaba los límites de su reino invadiendo Egipto y Anatolia.
En cuanto a Zenobia, su reinado era feroz pero breve. Se dice que su derrota se celebró en Roma en 274, cuando ella, atada en cadenas de oro, fue conducida a través de las calles como parte de un desfile militar. Algunos historiadores creen que murió en Roma, ya sea por enfermedad, huelga de hambre o decapitación.
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