miércoles, 6 de marzo de 2019

FRANK SINATRA "My way" SUBTITULADO AL ESPAÑOL

K
























–Lucha, Frank. 
¡Lucha!
Frank: –Estoy perdiendo.
A las once menos diez de la noche, los monitores trazan la línea fatal: el corazón de Sinatra –pasión, fuego puro– latió por última vez, y se apagó. Como poco después se apagaron las infinitas luces de Las Vegas, y las jugadas de los casinos se suspendieron por un minuto, y acaso no hubo un mejor homenaje para un gambler, un jugador que quemó hasta su última ficha en todo: juego, amores, música, cine… y que resurgió de sus cenizas cuando parecía que el mundo lo había olvidado.





Frank Sinatra y su primera mujer Nancy Barbatto a mediados de la década del 40 (Foto: Hulton/Getty Images)
Frank Sinatra y su primera mujer Nancy Barbatto a mediados de la década del 40 (Foto: Hulton/Getty Images)
En ese sombrío día de hace veinte años, sus manos están quietas: otros se ocuparán de su último viaje… Pero eran firmes, huesudas –como todo él– cuando pegaba en su pieza de Hoboken, barrio bravo de Nueva Jersey, fotos de Bing Crosby, su primer ídolo. O cuando rompían cámaras (y caras, a veces…) de fotógrafos "pesados como moscardones", decía. Más de una vez y por eso, entre rejas… O cuando pasearon por cuerpos bellos, ardientes y célebres: Kim Novak, Lauren Bacall, Natalie Wood, Liz Taylor, Mia Farrow, Nancy Reagan (dicen…), y la máxima. La que bautizó como "El animal más hermoso del mundo". Amor eterno y fugaz, posible e imposible, profundo y violento, inolvidable para ambos, pero "muy peligroso, porque éramos demasiado parecidos", dijo ella en uno de sus mil días españoles de amantes, toros y alcohol. "Demasiado alcohol", confesó. Ava Gardner. ¿Quién otra si no?







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