LA FILOSOFÍA GRIEGA CLÁSICA-
La sociedad griega presentaba características peculiares. Una estructura política basada en la polis, una religión politeísta carente de jerarquía y ortodoxia, una clase social emprendedora, dedicada al comercio y al ocio y con amplios contactos con otras culturas del Mediterráneo, así como una desarrollada curiosidad. La unión de estos elementos, junto a un supuesto genio griego propició la aparición de nuevas explicaciones sobre la naturaleza y el ser humano, hasta entonces solamente aclaradas por los mitos y las tradiciones.
La expansión de la cultura griega durante el helenismo, su absorción por el Imperio romano, la posterior relación con el cristianismo y su definitiva recuperación en el siglo XIII gracias a traductores como Averroes, así como el interés que durante el Renacimiento se profesó a este conjunto de pensadores, contribuyeron a que la filosofía griega se continuara estudiando, y a que se convirtiera en uno de los pilares de la cultura occidental.
El mundo griego anterior a la aparición de la filosofía vivía instalado en la actitud mítica. A través de los mitos el hombre conseguía dar una explicación de los fenómenos naturales y de las instituciones sociales. El gran acontecimiento espiritual que inician los griegos entre los siglos VII y VI a. C. consistió en intentar superar esta manera de pensar el mundo con otra manera revolucionaria que apuesta por la razón como el instrumento de conocimiento y de dominio de la realidad. Cabe señalar que no debe entenderse este paso como algo brusco sino paulatino. Las influencias míticas son todavía apreciables en muchos pensadores de la antigüedad. En realidad, fueron unas pocas personas las que participaron del nuevo y revolucionario modo de pensar (aquellos que habrían de llamarse filósofos), aunque poco a poco este se fue haciendo más universal. Incluso en nuestra época, la actitud mítica no ha desaparecido todavía. Este gran paso de la mitología a la explicación racionalista se le conoce como «paso del mito al logos».
Con esta nueva forma de pensar, los griegos proponen que las cosas del mundo están ordenadas siguiendo leyes. El mundo es un cosmos, no un caos, por lo que la naturaleza no se comporta primero de una manera y luego de otra completamente distinta, sino que en su comportamiento hay cierto orden que sigue leyes, las cuales pueden ser descubiertas por la razón. Con los griegos aparecen por primera vez muchas de las cuestiones filosóficas fundamentales y varias de las posibles soluciones ya se encuentran articuladas en la filosofía griega.
FILOSOFÍA GRIEGA CLÁSICA
La escuela sofista primero, y Sócrates después, centrarán sus reflexiones en la ética y la política, así como en la naturaleza del lenguaje, las normas, las leyes y la sociedad. Su interés se separa de la cosmología para centrarse en los asuntos humanos.
La aparición de grandes pensadores sistemáticos (como Platón y Aristóteles) supondrá la consagración de las primeras grandes concepciones filosóficas, que incluirán una pluralidad de temas, desde la cosmología hasta la política, pasando por la antropología o la ética. Sin embargo, entre todos estos temas destaca el tratamiento sistemático de la ontología (teoría del Ser o del ente en cuanto ente) así como los primeros textos que reflexionan sobre el método que ha de seguirse en filosofía, a fin de ponerse en condiciones de producir un conocimiento auténtico, específicamente un conocimiento legítimo de los principios o fundamentos -
Existe una discusión considerable acerca de por qué la cultura ateniense promovió la filosofía, pero una teoría popular indica que ocurrió porque Atenas poseía una democracia directa. Es bien conocido, gracias a los escritos de Platón, que muchos sofistas mantenían escuelas de debate, que eran miembros respetados de la sociedad y que eran bien pagados por sus estudiantes. También es bien conocido que los oradores tenían una tremenda influencia sobre la historia ateniense, hasta posiblemente causando su falla (véase Batalla de Mileto).
Otra teoría sobre la popularidad del debate filosófico en Atenas se debía al uso de la esclavitud en el lugar - la fuerza de trabajo, en su mayoría esclavos, realizaban la labor que, de otra manera, la población masculina de la ciudad realizaría. Libres de trabajar en los campos o en actividades productivas, organizaban asambleas en Atenas, y pasaban largas horas discutiendo preguntas populares filosóficas. La teoría llena los espacios en blanco afirmando que los estudiantes de los sofistas querían adquirir habilidades oratorias para poder influir sobre la asamblea ateniense, y por tanto ser ricos y respetados. Como los debates ganados conducían a la riqueza, los sujetos y métodos de debate fueron extremadamente desarrollados.
La filosofía helenística es el período de la filosofía griega que va desde la muerte de Alejandro Magno (323 a. C.) hasta la invasión de Macedonia por los romanos(148 a. C.). Las ciudades griegas pierden su independencia y Atenas su hegemonía comercial, política y en menor medida la cultural. A las ciudades-Estado suceden las monarquías helenísticas. Hay una situación continua de inestabilidad política. Se acentúan las diferencias entre clases sociales.
En la transición del siglo IV al III a. C., tras la muerte de Aristóteles y la decadencia de las ciudades estado griegas, las guerras entre los reyes helénicos por suceder a Alejandro Magno volvieron la vida problemática e insegura. Surgieron entonces en Atenas dos escuelas filosóficas que, en una clara oposición a la Academia platónicay al Liceo aristotélico, pusieron la salvación individual en el centro de sus preocupaciones: para Epicuro y sus seguidores, por un lado, así como para los estoicos alrededor de Zenón de Citio, por otro lado, la filosofía servía principalmente para alcanzar con medios éticos el bienestar psicológico o la paz.
Mientras que los seguidores del escepticismo pirrónico, en principio, negaron la posibilidad de juicios seguros y de conocimientos indudables, Plotino, en el siglo III d. C., transformó la teoría de las Ideas de Platón para dar lugar a un neoplatonismo. Su concepción de la gradación del Ser (del “Uno” a la materia) ofreció al cristianismo una variedad de enlaces y fue la filosofía dominante de finales de la Antigüedad.
Se suele incluir en este período a las diferentes escuelas posteriores, como los peripatéticos, los escépticos, los cínicos, los epicúreos y los estoicos, todos ellos preocupados principalmente por cuestiones éticas, pero por ello mismo también, necesariamente, por los problemas del conocimiento.
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