EL AMOR AL SABER
Si en un ejercicio de imaginación intentamos observar el cielo con la mirada absorta de algún antepasado remoto, de inmediato surge una pregunta:¿ Que abra sentido aquel hombre, sentado sobre una pequeña lomada, mientras veía día a día la luna, ese foco de luz nocturna que lo acompañaba en las largas veladas, se achicaba un poco mas cada noche hasta desaparecer?.
Probablemente el miedo lo invadió, pues quedaba a merced de la oscuridad, de los animales feroces que podían aparecer sin ser vistos, de sus propios fantasmas que tal vez le produjeran un temor mayor que los enemigos reales. quizás pensó que al apagarse su foco de iluminación, también iba a terminarse el territorio conquistado con tanto esfuerzo.
Al amanecer el Sol volvió a iluminar y las tinieblas quedaron atrás, hasta que sus rayos se ocultaron y nuevamente se impusieron la oscuridad y el desasosiego.
Unas pocas noches después, un pequeño circulo luminoso, se vislumbro en el azul profundo del cielo, circulo que fue acrecentándose hasta llegar a convertirse en un disco pleno que permitía observar las largas sombras de los arboles, de los montes, de su propio cuerpo...
Cuando nuevamente el circulo decreció, ya no lo invadió el terror de la primera vez; de manera infusa sospecho que la oscuridad era temporaria y que poco después, volvería a ver el circulo plateado que le brindaba tranquilidad y compañía en las largas noches a la intemperie.
Luego de observar estos primeros ciclos lunares, se animo a avanzar otro paso: determino un periodo de días mas largos y cálidos seguidos de otros mas breves y fríos. Así comenzó a conjeturar que también el sol cumplía un ciclo.
Estas dos presencias, la de la luna y la del sol, tan lejanas en distancia y tan cercanas en su experiencia diaria fundaron los rudimentos del pensamiento mítico.
En este pensamiento es la luna con su movimiento mensual quien enseño al hombre la idea de un tiempo circular, de allí que se considerara a la vida como un eterno retorno. La luna crece, llega a la plenitud, decrece, desaparece para volver a aparecer, mientras la luna se desintegra en su faz menguante, el Sol no necesita morir para bajar a los infiernos, lo atraviesa sin disolverse, manteniendo su tamaño constante, por lo tanto por no haber perdido su cuerpo, llego a considerarsele inmortal, otorgándole su característica heroica. Su campo de acción es el Universo del logos, lo diurno, yang, la conciencia, el mundo objetivo.
En cambio la luna queda signada por la emocional, los ancestros, la noche, el mito, lo yin, la imaginación, el mundo subjetivo, la reencarnación como la vuelta a la vida en otro cuerpo... esta observación de lo permanente y de lo transitorio que desarrolla el pensamiento mítico, es uno de los primeros asuntos abordados por el pensamiento filosófico: Una primera observación implica una división entre sujeto - aquel que quiere conocer - y objeto - aquello que se desea conocer -. Dualidad que constituye el núcleo del pensamiento Griego.
Desde una actitud tradicional, conservadora y acrítica - basada en el mito - una nueva corriente de pensamiento se desplazo hacia una posición nueva, innovadora y critica, expresada a través de teorías que dieran cuenta de la realidad de modo que primero la FILOSOFÍA, y luego la CIENCIA que se constituiría a partir de ella, son reflexiones criticas del hombre ante las cosas _ la naturaleza, el universo y el mismo.
Tras una larga y un tanto confusa - pero de ningún modo infructuosa - relación que fe y razón mantienen en el mundo medieval occidental - sea Cristiano. Árabe o Judío - El pensamiento racional se reestructuro de forma autónoma con el Renacimiento y la Revolución Científica. En esa época nacen la ciencia y la filosofía moderna.
Racionalismo y empirismo son dos caminos para responder a una misma inquietud: la certeza la otorga la razón, dirá el primero o la experiencia, dirá el segundo. Entre ambas corrientes existió acuerdo en admitir la existencia de un conocimiento objetivo y común; el desacuerdo se planteo en el método y la medida en que es posible conseguir dicho conocimiento.
Las ciencias son posteriores a la filosofía cronológicamente, pero esta ejerce ahora su acción tras la actividad científica. Por ello suele definirse a la filosofía como una reflexión de segundo orden ejercida sobre otras actividades reflexivas de primer orden.
Las actividades reflexivas de primer orden se ejercen directamente sobre la naturaleza en su sentido mas amplio, incluyendo desde el universo hasta el individuo, pasando por la sociedad y la historia. Sobre esta actividad primera reflexiona posteriormente la filosofía, analizando, criticando, dilucidando. interpretando o evaluando sus presupuestos, sus conceptos básicos, y métodos, sus resultados y objetivos.
No constituye entonces la filosofía un cuerpo de doctrinas propio, exclusivo y distinto de los demás saberes, sino una actividad de reflexión sobre todos aquellos aspectos considerados fundamentales en distintos ámbitos de la vida humana.
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